Podemos y Pablo Iglesias, en El Comercio

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Artículo en El Comercio

Podemos, el vendaval que crece en España

La nueva formación política encabeza las encuestas con excéntricas propuestas. La crisis económica es su caldo de cultivo

YOLANDA VACCARO
Corresponsal en MADRID.

Las últimas encuestas sobre intención de voto directo sitúan como primera fuerza política a Podemos, la formación de izquierda que ha irrumpido en el panorama político español amenazando el bipartidismo imperante desde hace más de tres décadas. Desde 1982 han gobernado el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el centroderechista Partido Popular (PP). En las elecciones al Parlamento Europeo celebradas el pasado mayo, Podemos logró casi el 8% de sufragios, 1,2 millones e votos, logrando 5 de los 54 escaños asignados a España, todo un récord si se considera que Podemos se organizó en enero pasado y esta semana acaba de constituirse como partido político. Aglutinando a un colectivo muy movilizado espoleado por la crisis económica Podemos cuenta con más de 240.000 afiliados, habiéndose convertido en meses en la formación con mayor número de militantes.

El caso es que Podemos despierta pasiones positivas y negativas con dirigentes que han sido asesores de gobiernos como el de la actual Venezuela y un líder, Pablo Iglesias, que dice tener como modelos a los actuales gobiernos de Ecuador y Bolivia. Las entidades internacionales calificadoras de riesgos y los bancos de inversión advierten de la posibilidad de que “la preocupación sobre la economía española crezca especialmente ante el programa radical de Podemos”, en palabras de JP Morgan.

Las excéntricas propuestas de Podemos parecen el oasis perfecto de una sociedad exhausta en el desierto de una crisis económica, sociedad que parece querer creer que es posible que todo el mundo cobre alrededor de 600 euros al mes aunque no trabaje. Por más que la razón y las cuentas dicten que se trata más bien de un espejismo.

¿Hasta qué punto los resultados de las últimas encuestas son una tendencia realista que se plasmará en sufragios tangibles en las próximas elecciones? José Almaraz, Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, considera que lo más probable es que de aquí a las elecciones generales, previstas para 2015, el vendaval Podemos haya disminuido considerablemente. Mientras tanto la marea crece.

VIAJE ACELERADO AL CENTRO

La peor crisis económica de la democracia, con un desempleo de alrededor de un 25%, es el caldo de cultivo de Podemos. Una repartición de los bienes a lo Robin Hood, el fin de los desalojos de viviendas cuyos inquilinos o endeudados propietarios no pueden pagar (esta semana el Banco de España anunció que ha habido 26.000 desahucios de viviendas en lo que va de año), el ataque a la clase política y la corrupción y la apuesta por no pagar la deuda externa son algunos de los diversos ejes del ideario de la nueva formación.

Habrá que esperar hasta 2015 para saber si los resultados de las encuestas se traducen en votos y si Podemos mantiene su tendencia al alza pues la formación no se presentará a las elecciones locales y regionales que tendrán lugar el próximo mayo. La estrategia es no desgastarse en durante el tiempo que resta hasta los comicios generales.

Y es que tras el inesperado resultado de las elecciones europeas, Podemos se ve con posibilidades de llegar al gobierno nacional. Por ello en las últimas semanas ha moderado su discurso y matizado algunas de sus singulares propuestas iniciales.

Para convencer al electorado menos radical e ingenuo ahora Iglesias afirma que en su agrupación hay gente de todas las tendencias. En una entrevista en el programa de televisión “Salvados”, indicó: “En Podemos hay clases medias, clases trabajadoras, precarios, jóvenes que han tenido que emigrar, jubilados, diferentes escalas sociales”. En uno de sus hábiles juegos de palabras señala que su viraje no es al “centro político” sino a la “centralidad del tablero”.

LÍDER ATEO ADMIRADOR DEL PAPA FRANCISCO

Carismático, 36 años, hábil comunicador y estratega, profesor titular (no catedrático) de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ex militante de la Unión de Juventudes Comunistas de España, Iglesias se hizo conocido en el último año como comentarista de la actualidad política en programas de televisión criticando al poder establecido. Es uno de los cinco miembros de Podemos que acaba de llegar al Parlamento Europeo. Su sueldo, confiesa, ha pasado de los menos de 1.000 euros que cobraba como profesor a los más de 6.000 de los eurodiputados, aparte de los alrededor de 20.000 euros que recibe para sus asesores y sus viáticos. Eso sí, cumpliendo con un mandato que los propios “podemistas” se impusieron, afirma que de su sueldo solo se queda con 2.000 euros y que el resto lo dona al partido o a causas sociales. Uno de los numerosos postulados de Podemos es que nadie puede ganar al mes una suma que supere el triple del sueldo mínimo español, 645 euros.

En ese afán por conquistar al centro, a todos los desencantados con el PP y el PSOE, Iglesias se ha deshecho del piercing que llevaba sobre una de sus cejas por exigencias de su equipo de campaña. Asegura que está haciendo lo posible para que no le obliguen a que se corte su característica cola de caballo.

Difícil debe resultarle mantener esa estética desaliñada y descuidada que distingue a los “indignados” españoles para compatibilizarla con la imagen más formal y menos rebelde que cualquiera en el centro político esperaría de alguien que quiere convencer como aspirante a estadista. Y es que en esta carrera contrarreloj las contradicciones afloran cada día. Como buen joven de izquierda antimilitarista a Iglesias le gustaba recordar que no hizo el servicio militar obligatorio, declarándose objetor de conciencia, pero ahora dice que todos los países deben tener Ejército y que en Podemos hay militares. Asimismo se confiesa ateo pero admirador del Papa Francisco. “No estamos para ser una minoría sino para cambiar el país y así no sobra nadie”, afirma, señalando que el 17% de los votantes de Podemos habían votado antes al PP. Francesco Manetto lo resume así en el diario El País: “Podemos hace ahora equilibrios entre prudencia y audacia a la espera de perfilar su verdadera estrategia para el calendario electoral”.

MUNDO UTÓPICO

Analistas como el economista Juan Carlos Díez coinciden en que las propuestas económicas de Podemos tienen un denominador común: la utopía. Y las cuentas no cuadran en un mundo utópico. Díez apunta: “Le vendieron a la gente promesas que no van a poder realizar. Se fueron a la vía láctea y están todavía en Marte”.

Por ejemplo, una de las más celebradas propuestas iniciales es la de no pagar la deuda externa. Díez recuerda algunos principios básicos de la economía actual como que no pagar la deuda sube el tipo de interés en el mejor de los escenarios.

Una y otra vez las cuentas no encajan. El periodista Jordi Évole preguntó a Iglesias como pagarían su famosa renta básica a todos los españoles, algo que costaría 145.000 millones euros al año según el propio Podemos, un 14% del PBI. Iglesias respondió que con lo que se recuperase del fraude fiscal. Évole recordó que los economistas cifran que lo que se recaudaría del dinero evadido a la Hacienda pública sumaría 39.000 millones de euros. Podemos también propuso que los españoles se jubilen a los 60 años, cuando hace poco la edad de jubilación subió de 65 a 67 años pues no parece haber manera de hacer viable la actual estructura de pensiones en el sistema español, que es solidario, con un desempleo galopante y sin propuestas concretas para combatirlo.

Una propuesta muy comentada que Podemos ya ha empezado a matizar es la idea inicial de que se expropien las casas que están vacías y se otorguen a quienes carecen de vivienda. Esta semana sus dirigentes apuntaron que se fijarían en las viviendas en propiedad de las entidades bancarias sin aclarar si lo harían también en las de los propietarios particulares.

Iglesias ha reiterado sus intenciones de, si llega a gobernar, confiscar empresas que, según Podemos, no cumplen su función social en sectores estratégicos como las telecomunicaciones, la energía y el transporte, y de limitar a un 15% para una empresa la propiedad o la gestión de medios de comunicación.

Otra idea “podemista” es multar o expulsar a empresas que no paguen impuestos en España como hace Apple que, con domicilio fiscal europeo en Dublín, distribuye desde allí sus productos en la Unión Europea (UE). Asegura que llegado el caso puede dejar de usar su teléfono iPhone para combatir este escenario.

Aunque la formación aún no ha aclarado si quiere que España siga siendo miembro de la UE, con medidas como las señaladas difícilmente podría seguir siéndolo.

RELACIONES BOLIVARIANAS

Recientemente Iglesias viajó invitado por los gobiernos correspondientes a Ecuador, Bolivia y Uruguay, a los que considera ejemplos a imitar. “A Rafael Correa le pediremos consejo en muchas cosas” indicó Iglesias, viéndose ya como jefe del Gobierno español. Eso sí, en esta gira obvió Venezuela, un país con el que los dirigentes de Podemos han mantenido estrecha vinculación, una relación que ahora, embarcados en su viaje al centro, prefieren soslayar dada la reputación de un gobierno que tiene presos políticos, entre otros puntos negros. La relación con Venezuela, dijo Iglesias, les “hace daño” porque, justificó, “se ha construido una imagen de Venezuela en los medios de comunicación como si fura una dictadura y eso no es verdad”.

Lo cierto es que hay datos relevantes en este marco. Por ejemplo Juan Carlos Monedero, el “segundo” de a bordo en Podemos, fue asesor del gobierno del fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez y responsable de Formación del Centro Internacional Miranda de Caracas, vivero del chavismo.

Hay quien piensa que al menos al inicio la formación recibió ayuda económica desde Caracas. En las cuentas que Podemos presentó ante el Tribunal de Cuentas sobre su campaña electoral para las elecciones europeas, y que constan en su web, se señala que la formación recibió hasta el 31 de agosto 173.967 euros de donaciones y transferencias, 188.536 de las campañas de crowdfunding, y 88.981 de las colaboraciones periódicas de los 6.877 simpatizantes que hasta entonces se habían registrado.

LA CÚPULA DE LOS PROFESORES

La mayoría de dirigentes de Podemos son politólogos y abogados, profesores de ciencias políticas de la UCM y ex militantes o asesores de Izquierda Unida. Algunos son víctimas de la actual crisis como miembros de la “Plataforma de Afectados por las Hipotecas” (PAH) y otros proceden de grupos de ciudadanos con nombres como “Juventud sin futuro”. La gran mayoría está en la treintena.

Tras Iglesias y Monedero se sitúan Íñigo Errejón, investigador de la UCM que escribió su tesis doctoral sobre el primer gobierno del presidente boliviano, Evo Morales. Completan este núcleo duro los también profesores de la UCM Carolina Bescansa y Luis Alegre.

Este fin de semana Podemos celebró sus elecciones primarias, con el esperado triunfo arrollador del grupo encabezado por Iglesias, cuya candidatura obtuvo más de 95.000 de los 107.488 votos emitidos por simpatizantes, que votaron a través de Internet. Y quedó claro que ya vive sus primeras fisuras con la corriente crítica formada por sus dirigentes y eurodiputados Pablo Echenique, Teresa Rodríguez y Lola Sánchez. Echenique retiró su candidatura a la cúpula.

LA “ESPERANZA HUMALA”

Esta es la frase que pronunció Pablo Iglesias en el programa de televisión que presenta cuando Ollanta Humala ganó las elecciones presidenciales en el Perú: “La victoria del izquierdista Ollanta Humala frente al fujimorismo ha abierto muchas esperanzas respecto de la consolidación de un giro “antineoliberal” de la región la que viene conociéndose desde hace bastantes años. Según se conocía su victoria la Bolsa de Valores de Lima caía en picado dejando clara cuál es la reacción de las élites económicas al triunfo de Ollanta”.

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