Yolanda Vaccaro entrevista a José María Aznar
Yolanda Vaccaro entrevista a José María Aznar, ex Presidente del Gobierno Español
ENTREVISTA AL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, JOSÉ MARÍA
AZNAR, POR YOLANDA VACCARO PARA EL DIARIO PERUANO EL COMERCIO
Lima, 13-09-98
Un mensaje de confianza en la economía peruana traerá José María Aznar «La limitación de mandatos es naturalmente saludable» dice el Presidente del Gobierno español
El Presidente del Gobierno de España José María Aznar cumplirá a partir del próximo miércoles su primera visita oficial al Perú. Procedente de Colombia llegará a Iquitos, luego de una escala de tres horas reanudará su viaje a Lima y es posible que durante su estadía en el país visite el Cusco.
El Presidente español considera que el respeto a los derechos humanos forma parte esencial de la política exterior española; que decisiones como no postular a más de dos elecciones sucesivas «son convenientes» y que «la limitación de mandatos es, naturalmente, saludable».
Aznar, por iniciativa propia, ha expresado que será jefe del Gobierno como máximo por ocho años, es decir, por dos períodos sucesivos, si cuenta con el apoyo de los votos en las próximas elecciones.
Abogado, 45 años, madrileño, presidente del Partido Popular (centro-derecha), casado, tres hijos y con dos años y medio al frente del Gobierno español, Aznar recibió a «El Comercio» en su despacho oficial en El Palacio de la Moncloa, antes de su partida con destino a Colombia y Perú.
A lo largo de una entrevista que repasa las relaciones bilaterales, el jefe del Ejecutivo español emite un mensaje claro y central dirigido a la sociedad y al Gobierno peruano: que las relaciones bilaterales se encuentran en un momento excelente — tras una «pausa» en 1993– y que España tiene plena confianza en la economía peruana en particular y latinoamericana en general, a pesar de las «turbulencias» bursátiles. Prueba de ello es que viaja con más de un centenar de empresarios de su país.
Una de las conclusiones de su visita será la firma de un acuerdo marco de cooperación y el establecimiento de un diálogo político anual entre las cancillerías. El motivo del viaje es efectuar una «actualización» y una «revisión general de las relaciones de España y Perú», con un marcado acento en el área económica comercial.
El Perú debe sentir siempre nuestro apoyo
«Que el pueblo peruano sienta siempre el apoyo de los españoles» es el mensaje que envía José María Aznar, Presidente del Gobierno español, a pocos días de su llegada a Perú, el próximo día 16 de septiembre durante una entrevista exclusiva concedida a «El Comercio» en su despacho oficial de el Palacio de La Moncloa.
En un impecable despacho utilizado por todos los Presidentes de la democracia (desde Suárez), Aznar nos recibe con un apretón de manos, con un gesto formal pero en absoluto distante. El Presidente ha mantenido la cita a pesar de que ese mismo día el ambiente político español se convulsiona al conocerse que el Tribunal Supremo ha decidido el encarcelamiento de un ex ministro del Interior del Gobierno anterior, el
primer ministro de la democracia entre rejas, por su implicación en los GAL, la lucha paramilitar contra la banda terrorista ETA desarrollada de 1983 a 1987.
La oficina está situada precisamente debajo de la planta del Palacio de La Moncloa (un complejo de varios edificios separado por inmensos jardines, donde tienen sede el Gobierno, el Ministerio de la Presidencia y la Vicepresidencia) donde vive el Presidente junto a sus tres hijos y a su esposa, Ana Botella, abogada de profesión –al igual que el Presidente– y funcionaría del Estado en excedencia desde que su marido asumió la más alta representación del Gobierno.
En una atmósfera entre lo histórico y lo moderno, como bien podría definirse a España, propiciada porque la sala está adornada con bellos lienzos de Goya. Aznar manifiesta su plena confianza en la estabilidad de la economía peruana; no es casual que viaje acompañado por más de un centenar de inversionistas hispanos.
Hace hincapié en que España es el primer país inversionista en el Perú (el 32 por 100 de las inversiones extranjeras son españolas) y el segundo en Iberoamérica, y que no cree que las actuales crisis bursátiles en Latinoamérica sean graves ni duraderas. Señala que
continuará el flujo de inversiones españolas hacia el Perú y que «posiblemente» el que España participe de la puesta en marcha del Euro «va a incrementar las posibilidades de intercambio comercial entre Europa e Iberoamérica».
El aspecto económico y comercial predomina, pero Aznar también manifiesta que «el respeto a los derechos humanos forma parte del acervo común en la política exterior española», que «la limitación de mandatos (presidenciales) es, naturalmente, saludable» y que las decisiones como la que él ha tomado de no gobernar por más de dos períodos consecutivos «son decisiones convenientes».
Todo ello en tal ambiente de distensión y simpatía, sin dejar de lado la compostura, que es inevitable pensar que Aznar gana mucho en el trato en persona. Calificado como un político carente de carisma, resulta muy interesante comprobar que ésta es una definición muy cuestionable y que la sonrisa oportuna ante diálogos delicados, así como la mirada profunda y directa, son características resaltantes del Presidente.
Sus gestos habituales, como cogerse la barbilla con la mano derecha o agitar esta mano para remarcar una frase, se repiten en varias ocasiones durante la hora y cuarto de la entrevista.
Aznar ha sabido granjearse el respeto de sus compatriotas merced a su constancia y a que su Gobierno ha integrado plenamente a España en la Europa económica; las macromagnitudes se encuentran en su mejor momento y España formará parte de los once primeros países en acceder a la moneda única europea. El desempleo sigue siendo la tarea pendiente.
El Presidente se autodefine como un hombre «muy disciplinado» (lo ha sido desde sus estudios escolares y luego en los universitarios, en la Universidad Complutense de Madrid) en momentos en que, con la mejor disposición, accede a la sesión de fotografías terminada la entrevista. Aznar posa, pero relajado, haciendo comentarios muy animados sobre su visita al Perú.
P.- Presidente, España tiene asumidos una serie de compromisos en materia de seguridad e inmigración con la Unión Europea. ¿Cómo piensa hacer compatible el cumplimiento de estos compromisos con otros que a su vez tiene adquiridos con los países latinoamericanos, por ejemplo convenios de doble nacionalidad, de exención de visados?
Presidente.- Cómo lo hacemos, como lo estamos haciendo (sonríe). Sin duda pueden plantearse dificultades o determinados problemas. España forma parte, como usted sabe, del Espacio Schengen en Europa, que es un espacio de libre circulación de personas y que tiene normas comunes. España se sujeta a estas normas comunes. Otra cosa distinta es el estudio pormenorizado del tratamiento que individualmente se puede dar en determinadas circunstancias a todos los países.
P.- El Convenio que existe entre el Perú y España de Doble Nacionalidad dice, entre otras cosas, que un ciudadano peruano por el sólo hecho de fijar su residencia en territorio español tiene derecho a optar la doble nacionalidad. Sin embargo, la Ley de Extranjería del año 1985 contradice el Convenio y exige dos años ininterrumpidos de residencia legal en España para acceder a dicho Convenio. ¿Cómo piensa responder a esa situación? ¿Piensa enmendarla..?
Presidente.- Ahora tenemos una oportunidad de dar un repaso general a todo el estado de relaciones entre España y el Perú y, en consecuencia, de abordar las cuestiones que se puedan plantear. Con motivo de esta visita hay muchos aspectos que vamos a
abordar, de contenido cultural, económico, de inversión, de aspectos importantes de lucha contra la droga, de cooperación española hacia el Perú, el marco financiero y su desarrollo. En consecuencia, podemos abordar todas las cuestiones del paisaje de
relaciones entre España y el Perú.
P.- Incluido este tema del Tratado de Doble Nacionalidad…
Presidente.- Podemos examinarlo.
P.- El Gobierno peruano ha solicitado a España que se retorne a la situación anterior al año 1991, cuando estaba vigente el convenio de exención de visados. Quisiera saber cómo va a responder el Gobierno español, porque, de momento, se sigue pidiendo visado a los ciudadanos peruanos, no así a los españoles en Perú.
Presidente.- Hay distintas fórmulas. Ya hemos hablado de las obligaciones que determina para España la Unión Europea y también se está hablando de cuestiones relativas a los visados diplomáticos que van a ser tratados en este viaje. Por tanto, conviene que también ese asunto lo planteemos en la agenda de trabajo. La posición española es tendente a facilitar las cosas, como es natural. Otra cosa distinta es que se tenga que ser, en toda legislación, lo suficientemente cauteloso para evitar movimientos que puedan perturbar las relaciones entre los dos países, como la inmigración ilegal. Esos pueden ser elementos de perturbación no deseados. Por lo tanto, la actitud española es muy abierta y muy positiva.
P.- ¿Cómo definiría usted la actual relación bilateral entre el Perú y España?
Presidente.- Es positiva. Políticamente este viaje va a marcar un punto muy importante en nuestra relación. Es verdad que desde el año 1993 ha habido una pausa en ese tipo de relaciones, desde el punto de vista político. Estas relaciones ahora se retoman al máximo nivel. Por lo tanto, estamos en un momento óptimo. Incluso desde el punto de vista de la cooperación española con el Perú y de la inversión es un momento de gran intensidad y de gran confianza, verdaderamente como nunca lo ha habido a lo largo de nuestra historia.
P.- ¿A qué se debió la pausa en el año 1993, a la que usted ha hecho referencia?
Presidente.- Ese es un hecho cierto, desde el punto de vista de intercambios y de diálogos políticos. Una de las conclusiones de este viaje va a ser establecer un diálogo político actual que puede realizarse bien entre los responsables de Asuntos Exteriores, Secretarios de Estado de Asuntos Exteriores, y que haya un diálogo político estable entre España y el Perú. Este viaje tiene ese componente político de revisión general de las relaciones de España y el Perú, de la firma de determinados acuerdos muy trascendentales y de apoyo a la sociedad peruana en aspectos tan importantes como es la lucha contra la pobreza, lo que es su estabilidad, lo que es la lucha contra la droga.
«Sotil fue un gran jugador»
José María Aznar es un conocido hincha del Real Madrid, pero recuerda muy bien la brillante actuación del peruano Hugo «Cholo» Sotil en el Barcelona Fútbol Club y afirma que nuestro compatriota «era un gran jugador».
P.- Como aficionado al fútbol y al Real Madrid, no sé si recuerda un partido que se jugó entre el Barcelona y el Real Madrid, cuando el «Cholo» Sotil estaba en el Barcelona y hacía muy buen dúo con Johan Cruyff.
Presidente.- Me acuerdo muy bien. El «Cholo» Sotil era un gran jugador, lo recuerdo muy bien y aquel equipo que tenía el Barcelona era extraordinario, pero Sotil dio un gran resultado al Barcelona. Hizo unas grandes temporadas aquí en España; lo recuerdo muy bien, sí, sí.
P.- ¿Entonces recordará el partido en el cual el Barcelona goleó por cinco a cero al Real Madrid?
Presidente.- Sí (sonríe). Tengo buena memoria, también cuando nos meten cinco goles (risas). Hay que decir que a la inversa también ha ocurrido, ¡eh! Derechos Humanos y relación presidencial.
El jefe del Gobierno Español José María Aznar no podía obviar el tema de los Derechos Humanos y la relación en el Perú, a los que se refirió de manea general y subrayando que, comparado con España, se trataba de dos casos distintos.
P.- El 15 de octubre pasado el Congreso de los Diputados (español), en la Comisión de Asuntos Exteriores, aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley pidiendo al Ejecutivo español que pidiera al Gobierno peruano un mayor respeto a los Derechos Humanos. ¿Ha hecho algo al respecto su Gobierno? ¿Piensa hacerlo?
Presidente.- Los Derechos Humanos y el respeto a los Derechos Humanos forman parte del acervo común en la política exterior española y forman parte también de lo que es el acervo de una política exterior propia, de una democracia consolidada y debe formar parte de las políticas activas de las democracias consolidadas. Por tanto, España sigue muy atentamente la evolución de la protección de los Derechos Humanos en todos los países y desea que se sigan produciendo y que se produzcan avances allí donde se necesita más protección, una acción más eficaz en torno a la protección de los Derechos Humanos. Por lo tanto, eso forma parte de la política exterior española en todo caso.
P.- Ya me ha dicho usted que no hablará de la política interna de otros países pero, tal vez, en Sudamérica se mira España como una democracia consolidada y, de las democracias europeas, seguramente la más cercana por motivos históricos y culturales. En su calidad de Presidente del Gobierno español, ¿qué opina usted de la reciente decisión del Presidente Menem de no presentarse a la reelección? ¿Cree que es un ejemplo digno de emular en la región?
Presidente.- Ya sé por dónde va usted (sonríe), pero eso corresponde a la sociedad peruana. Yo aquí tengo un compromiso de no estar, si los españoles quieren, nada más que ocho años en la Jefatura del Gobierno, porque me parece que, desde el punto de vista de lo que es la evolución y la salud del sistema democrático, son decisiones convenientes. Tenga usted en cuenta que también es diferente allí. Le pongo ese ejemplo porque está usted hablando conmigo, pero España es un régimen no presidencial, es un régimen parlamentario; al Presidente de Gobierno lo elige el Parlamento. Es una decisión personal mía, no hay mandato legal que obligue a tener una limitación de mandato. Pero a mí me parece, en líneas generales, que una limitación de mandatos, que puede ser distinta y que de hecho es distinta según los países, es saludable. Pero yo no haga ninguna interpretación legal o constitucional de legislaciones internas ni de ninguna decisión personal. Me limito a decir que, desde el punto de vista general, la limitación de mandatos es, naturalmente, saludable.
P.- Yo le iba a preguntar qué opinaba de la decisión del Congreso peruano de permitir al Presidente Fujimori optar a un tercer mandato, a pesar de que la Constitución sólo autoriza dos mandatos consecutivos.
Presidente.- El Congreso peruano es la expresión de la voluntad de los peruanos y solamente le puedo decir eso. Por lo tanto, la decisión del Congreso peruano, en ejercicio de su soberanía, me corresponde respetarla, como es natural. Lo que sigo con la mayor atención es todo el proceso de consolidación y de expansión constitucional democrática, de respeto a los Derechos Humanos en el Perú, y deseo que siga
avanzando en eso. Todas estas cuestiones son materia opinable. Pero usted me preguntaba antes por acciones o no acciones: si usted tiene un país que tenía 9.000 por 100 de inflación y tiene hoy 8 por 100, podrá decir que la situación es mejor. Si antes había miles de víctimas y eso se ha reducido, prácticamente ha desaparecido, evidentemente ha habido un progreso. Sin duda en todos los países hay elementos de progreso; pero también es importante que en los procesos de consolidación democrática e institucional los avances se consoliden de cara al futuro. Eso es lo más importante y que allí sepamos ayudarnos unos a otros y llegarnos a comprender.
Yolanda Vaccaro