Yolanda Vaccaro: artículo desde Washington en El debate de hoy

YOLANDA VACCARO DONALD TRUMP

Artículo revista El debate de hoy/

Trump, el hombre que cambia el paradigma

Las primeras medidas del nuevo presidente de Estados Unidos confirman su heterodoxia

YOLANDA VACCARO
Periodista y Comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú.
@yolandavaccaro
http://www.yolandavaccaro.com/antigua/

Expectación, confusión y preocupación. Eso es lo que causan alrededor del mundo las medidas estrella entre la veintena de órdenes ejecutivas que Donald Trump ha firmado en poco más de dos semanas al frente de la Casa Blanca. Sus primeros pasos como presidente del país más poderoso del mundo económica y militarmente hablando confirman que el más heterodoxo de los presidentes estadounidenses se ha propuesto pasar a la historia de forma singular.

Contra refugiados e inmigrantes

Su decisión de suspender temporalmente la llegada de refugiados (por tiempo indefinido en lo que respecta a solicitantes de refugio sirios) e impedir el ingreso de ciudadanos procedentes de siete países de mayoría musulmana ha sido, sin duda, la medida de Trump que más confusión y preocupación ha causado. Tres jueces estadounidenses, uno de ellos nombrado por el ex presidente George W. Bush, han tratado de frenarla, el último de ellos con éxito al menos de forma temporal. El Gobierno ha recurrido la decisión judicial y todo indica que el Tribunal Supremo tendrá la última palabra. Mientras tanto los ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen pueden volver a ingresar a Estados Unidos tras una semana larga de auténtico caos y confusión en los aeropuertos de todo el mundo.

Ni los magistrados de su país que intentan hacer valer el principio de que nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley, ni las llamadas al respeto de los acuerdos internacionales sobre refugiados de los más relevantes aliados de Estados Unidos, ni las manifestaciones de miles de sus connacionales logran que el flamante presidente dé marcha atrás en sus convicciones. En este contexto resulta especialmente llamativo y preocupante el hecho de que el presidente no demuestra consideración por el Poder Judicial, algo confirmado por hechos como el cese fulminante que decretó de la fiscal general interina Sally Yates cuando esta trató de frenar la medida comentada, y que a través de su muy activa cuenta de Twitter se ocupa personalmente de descalificar a los jueces que lo contradicen.

Peculiar estilo en el trato a sus homólogos

Y es que el presidente Trump no parece seguir la línea de ninguno de sus antecesores, demócratas o republicanos, ni siquiera en lo que al respeto de las tradicionales alianzas del país se refiere. Entre medida y medida, el presidente ha hablado por teléfono con homólogos suyos de diferentes latitudes teóricamente “aliadas” con un tono completamente innovador, valga el eufemismo. La prensa estadounidense comenta que los rostros de sus colaboradores directos palidecieron cuando, por ejemplo, habló con actitud de patrón con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, a quien, por último, colgó el teléfono. Tampoco fue un camino de rosas la conversación que mantuvo con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, a quien ofreció “ayudar” con tropas para luchar contra los “bad hombres” que, según Trump, pueblan México, un tema sobre el que México “no está haciendo un buen trabajo”, según palabras de Trump pronunciadas en la mencionada conversación. Peña Nieto se vio obligado a cancelar la visita oficial que iba a realizar a Washington, D.C. el 31 de enero pasado ante las diatribas lanzadas por Trump y la oficialización de la promesa del presidente estadounidense de construir un muro para separar la frontera entre México y Estados Unidos y que, repite el presidente estadounidense, pagará México de alguna manera.

La OTAN se salva por el momento

La única de sus homólogos a la que Trump parece prestar alguna atención es la primera ministra británica, Theresa May, con quien Trump comparte antieuropeísmo. Unión Europea aparte, se puede decir que el único mensaje tranquilizador de estos primeros días de gobierno Trump para la comunidad internacional fue el que el nuevo presidente tuvo que dar conminado por May en la rueda de prensa conjunta que ambos mandatarios ofrecieron en la reciente visita que May hizo a Washington, D.C. Así, el presidente afirmó que apoyaba “100%” la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). No obstante, las alarmas deben seguir encendidas en temas de seguridad pues, entre otras cosas, la Administración Trump ya ha tenido tiempo de amenazar a Irán por realizar pruebas de un misiles balístico.

Abanderado del proteccionismo y contra el “legado de Obama”

En el terreno del comercio internacional tampoco hay espacio para el optimismo. Para empezar, mediante decreto Trump retiró a Estados Unidos del tratado comercial con el Pacífico, Asociación Transpacífica o TPP, por sus siglas en inglés, un acuerdo con once países de la cuenca del Pacífico que fue una de las medidas estrella de su antecesor, Barack Obama, y ha anunciado que renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés), firmado hace más de dos décadas con Canadá y México.

Porque el proteccionismo es una de las señas de identidad Trump. En este marco, el presidente se ha reunido con los principales fabricantes de automóviles en el país para conminarlos a poner fin a las deslocalizaciones de mano de obra y desarrollar toda la cadena de producción en suelo estadounidense.

Así, pues, el mandatario está decidido a acabar con el llamado “legado de Obama” con medidas en otros terrenos como el anunciado desmantelamiento del “Obamacare”, la ley sanitaria aún en vigor, o la luz verde otorgada por el nuevo gobierno a la construcción de dos controvertidos oleoductos que Obama paralizó porque, según organizaciones de defensa del medio ambiente, dañarán seriamente el entorno ecológico.

Recuadro 1:
Los “hechos alternativos” de la nueva Administración

La prensa de Estados Unidos es otra de las dianas de las descalificaciones del nuevo presidente estadounidense quien, sin tapujos, acusa a los periodistas de ser gente “deshonesta” y de dar “noticias falsas”.
Los colaboradores del mandatario no tienen empacho al decir que hay “hechos alternativos” (alternativos a los hechos reales, se entiende) que la prensa no cubre o deforma.
Trump se propone incluso desterrar a la prensa de la Casa Blanca. Si nadie detiene la deriva, su abierto enfrentamiento con los medios de comunicación puede romper uno de los ejes de la democracia estadounidense, cimentada en la transparencia en el control sobre el ejercicio del poder.

Recuadro 2:
Una luz en el camino: contra el aborto

En otro orden de cosas, eso sí, en su primera jornada en la Casa Blanca Trump dejó espacio para una luz en medio de tantas sombras.
Y es que por fin dio claros signos sobre su posicionamiento en torno al crucial tema del aborto, firmando una orden para cortar las ayudas a organizaciones no gubernamentales que promueven la realización de abortos en el extranjero.
Si bien durante la campaña no había dejada clara su postura en este aspecto, el presidente, al menos, toma un posicionamiento un poco más nítido en el que probablemente es el tema ético y moral más relevante a nivel mundial.

PERFIL:

¿Quién es Donald Trump?

YOLANDA VACCARO
Periodista y Comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú.
@yolandavaccaro
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Donald Trump, el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos, ya ha cambiado el paradigma. Lo que está por ver es hasta qué punto cambiará el esquema mundial que hemos vivido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En Washington, D.C., analistas y tertulianos de medios de comunicación y think tanks parecen no salir de su asombro; en esta pequeña ciudad sede del gobierno estadounidense el 96% de los votos fueron para Hillary Clinton, la derrotada candidata del Partido Demócrata.

Contra pronóstico, Trump ganó las elecciones de noviembre pasado. Con 70 años de edad se convirtió en la persona con mayor fortuna económica y mayor edad en asumir la presidencia de Estados Unidos. Y, sobre todo, Trump se erigió en el primer presidente estadounidense sin carrera política anterior y tras una campaña inédita e insólita, trufada cuando menos de incorrección política.

Política y telerrealidad
twitteando. Con el poder que le otorga su victoria se propone incluso abviertamente acaba de twittear que nes ya sea alabando a
Antes de su candidatura electoral, Trump, el hombre que rompe con los esquemas y las previsiones, era conocido por sus compatriotas principalmente porque fue el conductor de su propio reality show televisivo, “El aprendiz”, en el que expulsaba a los concursantes con un potente “You are fired” (“Estás despedido”), la frase con la que se le identificaba popularmente.

Desde que Trump inició su campaña política todo tiene un ambiente de reality show, tal como ha señalado el periódico The New York Times. Así, por ejemplo, el presidente prefiere esquivar a la prensa y utilizar su cuenta de Twitter para hacer declaraciones ya sea alabando a Vladimir Putin o descalificando a la prensa en su conjunto.

Los medios de comunicación, eso sí, tienen mucho que ver con el triunfo del nuevo presidente. Cuando Trump inició su campaña, los medios de comunicación, de derechas y de izquierdas, no escatimaron espacio para difundir lo que parecían inusuales salidas de tono de un candidato que se consideraba carente de posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca pero que era cómico a costa de su desenfadada verbigracia. Sus discursos eran tan políticamente incorrectos e inusuales, como si de un curioso circo se tratase, que siempre subían la audiencia, el rating. ¿Quién podía pensar que alguien que, por ejemplo, no sabía distinguir entre turcos y kurdos tenía alguna posibilidad real de hacerse con la presidencia de Estados Unidos?

Multimillonario y celebrity

Los motivos por los que Trump ha llegado a la cima del poder político mundial serán motivo de análisis, psicoanálisis y tesis doctorales. Pero seguramente echar un vistazo a su trayectoria vital puede dar algunas pistas. Nacido en Nueva York en 1946, hijo de escocesa y nieto de alemanes por vía paterna, se ha casado tres veces, con dos modelos (una de ellas Melania Knauss, su actual esposa) y una actriz. Tiene cinco hijos y ocho nietos.

Graduado en Económicas por la Universidad de Pensilvania, a los 25 años de edad se hizo cargo de la empresa inmobiliaria que creó su abuelo en Canadá, rebautizada como Trump Organization. Desde entonces ha construido un imperio multinacional de hoteles, rascacielos, casinos y campos de golf.

Su olfato negociador le permitió incrementar su fortuna a pasos agigantados. En 2016 Forbes lo situó en el número 324 en la lista de mayores millonarios en el mundo, con una fortuna de 4,5 mil millones de dólares si bien una declaración financiera del propio Trump señala que posee casi 9,000 millones de dólares.

Conforme a su predisposición a fomentar y ser parte de la farándula, en 1999 fundó una compañía de modelos. Durante dos décadas, hasta 2015, fue dueño de la marca y de los concursos de Miss USA y Miss Universo. Durante una década, también hasta 2015, lideró el citado reality show “El aprendiz”, en la cadena de TV NBC. También condujo su propio programa de radio, “Trumped”.

En la televisión se dio a conocer por su carácter bravucón aunque sumamente asertivo y rápido de reflejos y pensamiento, algo que se admira especialmente en el país de los hombres hechos a sí mismos.

Errores y frases ofensivas que no parecen hacer mella

Trump y su hábil equipo de campaña supieron ensombrecer los puntos que podrían haber resultado más negativos para el votante medio americano: no hizo el servicio militar, se libró de ir a la guerra de Vietnam por motivos de educación y dudosos certificados médicos, y sus empresas de casinos y hoteles se declararon en bancarrota seis veces entre 1991 y 2006, una fórmula que se emplea en Estados Unidos para renegociar y agrupar deudas. También fundó una universidad con su nombre, empresa por la que fue denunciado por fraude ya que el centro no cumplía los requisitos para ser una universidad. Poco después de ser elegido presidente, sus representantes y las autoridades llegaron a un acuerdo extrajudicial por este tema por el que Trump pagó 25 millones de dólares.

Asimismo Trump no ha escatimado en descalificaciones para diversos colectivos, empezando por los inmigrantes. Conocidas también son sus frases denigrantes sobre las mujeres. Y en uno de sus mítines imitó a un discapacitado burlándose de él.

Nada hizo mella en la carrera electoral más inusual de la historia de Estados Unidos. El propio Trump lo describió con una perfecta metáfora si bien en la línea de su escandalosa verborrea diciendo que podía ponerse a pegar tiros en pleno Times Square y su popularidad seguiría intacta.

Así, pues, prácticamente todo en la trayectoria de Trump y en sus primeras medidas presidenciales indica que, en efecto, cambia el paradigma.

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